Con más de seis kilómetros de longitud y protegida por la imponente cadena montañosa homónima, la playa de Famara es la más extensa de Lanzarote.
Este marco grandioso y el fuerte viento reinante –ideal para el surf y el windsurf– convocan en este sector de la costa occidental de la isla a muchos amantes de los grandes espacios vírgenes, que se reúnen posteriormente en las terrazas de Caleta de Famara –instaladas sobre la misma arena dorada– para comer pescado fresco y dejar pasar el tiempo admirando el majestuoso escenario.